Desequilibrio muscular, sobrecarga muscular y tendinítis

El desequilibrio muscular suele producirse en la profesión de guitarrista :

1: Después de muchos años de práctica, aunque la técnica sea correcta porque las posturas de los acordes producen posiciones antinaturales en la mano que pueden requerir en ciertos momentos un esfuerzo extra.

2: Técnica guitarrista incorrecta, que haga forzar demasiado a los músculos de la mano.

El desequilibrio muscular va aumentando muy lentamente sin que aparezca ningún síntoma. Las causas posibles para que un guitarrista sufra estas patologías puede depender de muchos factores: alimentación, genética, tiempo practicando, tipos de ejercicios, etc.

Los músculos que soportan tensiones son los más propensos a sufrirlo,  aumentado su tamaño o su densidad de forma inadecuada para terminar sobrecargados.

También las articulaciones pueden sufrir alteraciones haciendo que la biomecánica  en el movimiento sea incorrecta, produciendo tendinítis por repetición.

Un musculo sobrecargado no vuelve  a su estado de relajación, permanece tenso y rígido. Si se mantiene esta situación mucho tiempo la sobrecarga y densidad muscular tiende a seguir aumentando  puede llegar un momento en que el músculo presione las ramificaciones nerviosas y vasos capilares de su interior, dañando también la estructura del tejido muscular (colágeno) produciendo una lesión de tendinítis por sobrecarga muscular.

La tendinítis si no es muy severa y se permite al organismo el reposo suficiente para que cure la lesión puede que remita en pocos días. pero si no se corrige la causa que produjo la sobrecarga es muy probable que la lesión vuelva a aparecer en cuanto volvamos a someter a presión las zonas debilitadas, pudiendo hacerse crónica y de difícil solución. Hay que comprender que el rendimiento muscular de esas zonas está muy por debajo de antes de que se produzca  la lesión..

Explicación muy básica y generalizada para corregir este problema  hay que:

1 Localizar con exactitud las zonas dañadas y/o sobrecargadas

2 Quitar la inflamación si la hay, dentro de lo posible , por medios naturales como Gengibre.

3 Quitar la sobrecarga mediante masajes o auto-masaje de descarga.

4 Reforzar la estructura de colágeno de los puntos causantes de la lesión mediante ejercicios y técnicas fisioterapéuticas, quiropracticas muy concretas basadas en el auto-masaje profundo. Este es el punto más difícil de todo, es un proceso muy lento que puede durar meses, ya que cuando nos desaparece el dolor nos creemos que estamos curado, si bien es cierto que la inflamación a podido desaparecer, pero reforzar los puntos débiles es algo que solo se consigue a base de mucha experiencia. Por tanto, no debemos volver a practicar con el instrumento volviendo a forzar los puntos débiles hasta estar totalmente seguro de que éstos  hayan sido debidamente reforzados.

Si además para este tipo de patología el traumatólogo nos prescribe un antiinflamatorio y lo tomamos por periodos largos, estos tienen la peculiaridad de disminuir algunas funciones hepáticas de nuestro organismo consiguiendo  retener la absorción de colágeno en la zona dañada, evitando una curación eficaz. Hay que entender el concepto de que para curar este tipo de patologías tan complejas el mejor proceso natural y menos invasivo para la curación es la inflamación, por tanto un  antiinflamatorio es sin lugar a dudas muy contraproducente. Por eso cuando se acude a un centro de fisioterapia para recibir un tratamiento con el método EPI lo primero que te prohíben es que tomes cualquier tipo de antiinflamatorios.

El problema de entrar en un bucle (sobrecarga -lesión - cura -  sobrecarga - lesión) es que cada vez que se repita el bucle al organismo le va a costar más trabajo curar la lesión, produciendo una desprogramación en el proceso de regeneración.

A medida de que vaya pasando el tiempo y la lesión no esté curada, el enfermo irá poco a poco dejando de mover el musculo o zona lesionada.  El organismo al detectar que esa zona se va moviendo cada vez menos empieza a debilitarla aún más, y a prepararla hacia una degeneración progresiva, empezando  en:
1. Tendinosis: degeneración de la zona tendinosa. La recuperación aún es posible

2. Fibrosis a nivel subcutáneo: La recuperación a aún es posible,  el nivel de dificultad en la curación va a depender mucho donde se encuentre la zona con fibrosis, sobretodo si es en las articulaciones inferiores de los dedos mano,  la cirugía o microcirugía en esta zona es imposible,

3. Calcificación del tendón. La recuperación a aún es posible,  el nivel de dificultad en la curación va a depender mucho donde se encuentre la zona calcificada.

4. Atrofia muscular. Llegado a este punto y dependiendo de la gravedad es muy probable que la recuperación completa no sea posible.

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